Ayer 17 de Junio, fué un auténtico día Tronador, porque gran parte de la familia Tronadora participó en el Maratón Alpino Madrileño. Una dura prueba que tiene el siguiente perfil......
Toda la información de la prueba está en su web: www.maratonalpino.com
Sábado 16 de Junio: 21.30 de la noche
Estoy en mi casa, tiradísimo en el sofá, siguiendo los consejos de Manolo. Enciendo Telemadrid y anuncian chubascos ocasionales de intensidad moderada en el área de la sierra. ¿Intensidad moderada?¿Ocasionales?¿Cuál es el área de la sierra? Echo en la bolsa un chubasquero “por si acaso”...
Domingo 17 de Junio
El maldito despertador suena a las 5.40. No me lo puedo creer. ¿Quién coño me metió a mi en el cuerpo el gusanillo de las “carreritas”? Mi piba sigue dormida y sueña plácidamente.
Primer mal presagio. Desayuno lo de siempre... espero 5 minutos... y no hay manera. La marea marrón, la madre de todos lo monolitos... la gran cagada pre-competición... NO LLEGA. No puede ser, mi esfínter se ha comportado siempre como un reloj. En fin... salgo a la calle (lloviendo claro). Sorteo minis tirados, latas, botellas y dos borrachos apoyados en mi coche. Es lo que tiene vivir en la RIC (República Independiente del Centro)
Alberto me espera en la puerta de su casa... de corto. Pero que tío más recio. Creo que ni hablamos, sonrisas nerviosas. A la altura de Tres Cantos nos cae el diluvio universal, el coche va a 50 entre una cortina de agua. Si me llaman ahora y me dicen que se ha suspendido... me hacen feliz.
Llegamos a Cercedilla amaneciendo y... mirando al norte. No se ve nada. Y llega, es el momento de la cagada ventilador. ¿Dónde encuentro un sitio en el que “deponer”? Pues en el mismo parking, entre una berlingo y un Peugeot 306.
Bueno, está jarreando, las llantas se limpiarán pronto. Pillamos dorsales y empezamos a ver a los amigos: Nacho, Aure, Celia, Dani, Carmen, Mari Carmen, Fer... queda poco y no sé que hacer... de corto, con camiseta térmica... veo a Aurelio en tirantes y pienso “joder, yo también quiero ser un tipo duro”. Que peligrosa es la incosciencia, en serio.
Ya a punto de salir, anuncian que se recorta el recorrido. Al llegar a cotos, todos de vuelta por el mismo camino... quitan el bucle de Peñalara. La voz que sale por la garganta dice...”que putada, ya no es Maratón”. La voz interior dice “y ya puestos, porque no dicen que hagamos sólo el recorrido del cross?”. Aurelio me explica su táctica... “salir el primero y aguantar”. Por un momento siento ganas de partirle una rodilla.
Salimos tranquilos, dicicendo gilipolleces y saludando a todos los participantes. Angelitos, lo que os espera... de repente, el recorrido baja un poco y se ve un pelotón de 30 tíos dudando a la hora de cruzar un río para no mojarse los pies. ¿Mojarse los pies?¿En esta carrera?. Bueno, seguimos por terreno fácil en el que se puede correr, por lo que vamos regulando. Fer, Alberto y yo decidimos hacer la subida al tran-tran. Nos sorprende la cantidad de barro que hay en la subida... la bajada puede ser divertidísima. Pasamos infinitas veces el arroyo que baja del puerto, al principio buscando piedra y al final metiéndonos en el agua hasta las rodillas. También recibimos unas clases prácticas acerca de los tipos de lluvia, a lo “Forrest Gump”: lluvia finita que moja poco, lluvia racheada que moja mucho, lluvia gorda de la que puedes hasta beber, lluvia desde el suelo que te deja las piernas con algo de barro...
Tardamos una hora larga en llegar al Telégrafo... y ya sin ver nada por la niebla, bajada al Puerto de Navacerrada. Primer avituallamiento sólido de la carrera...abundante, es lo que nosotros denominamos un "cumpleaños feliz". Un poco de plátano, una barrita, avellanas en la mano. Que pena que no hayan preparado caldo. Y empieza a soplar la ventisca subiendo hacia Bola y nosotros calados hasta los huesos...que frio!!. Al principio pega con fuerza, pero al llegar a la estación del Telesilla, es un huracan insoportable. No puedo abrir las manos del frío... hasta que encuentro en una piedra un plástico de corricolari en el que me enfundo como un preservativo. Sólo se me ve la cabeza. Por delante, Fer también se hace con unos guantes viejos. Bueno, la pesadilla acaba y cojo a Fer y Alberto en el avituallamiento de Bola. Y a toda leche para abajo... aquí empezamos a disfrutar por primera vez de la carrera. La gente nos saluda al vernos con la misma equipación. Si señor, antes muerta que sencilla. Pillamos bajando a dos suecos que están acojonados “In Madrid it was supposed that there was no water”. Alberto, fiel a su papel de relaciones públicas les pregunta: “si, si, no water... pero y las tías, ¿dónde coño están las suecas?”. Fer y yo casi echamos en ese momento las avellanas del avituallamiento.
A mitad de bajada nos cruzamos con los primeros. Aure va segundo y ni nos conoce. Va con la cara desencajada. Luego nos enteraríamos que se había perdido en el Telégrafo y por eso tiraba como un condenado. Yo me paro a mear y me cuesta encontrármela. Vale, sé que la tengo pequeña, pero coño, no tanto. Mientras, me pasa con su cara sonriente Mari carmen. Me limpio las manos (mentira) y salgo escopetado para abajo. Hago un rato con ella y sigo fuerte para abajo para cazar a Alberto y Fer. Cerca de cotos nos cruzamos con Dani, que ya está subiendo muy muy bien. Este chico promete... llegamos a Cotos en dos horas y 10 más o menos.
Otro avituallamiento tipo cumpleaños feliz y de nuevo para arriba por donde hemos bajado. Quizás sea esto lo peor de la carrera que se vaya y se vuelva por el mismo sitio. Bueno, encontramos un ritmo bueno y empezamos a pasar a mucha gente. El frío remite un poco y esto nos anima. Vemos a Nacho Barri, que está haciendo un carrerón pero prefiere reservar fuerzas. También a Carmen, que baja muy tranquila. Ya casi en Bola nos volvemos a meter en nuestros preservativos aerodinámicos (Alberto y Fer también han conseguido unos plasticos en un avituallamiento) y a hacer la bajada más técnica.... y con viento. Pero lo conseguimos hacer sin percances, además de adelantar otras cuantas posiciones.
En Navacerrada nos miramos y no hay más que hablar. Acabaremos juntos ya que nos hemos chupado ya 25 kilómetros. Y nos relajamos. Bajamos hacia Cercedilla hablando, diciéndo gilipolleces, cantando y teniendo cuidado con el barro y las raices traicioneras. Nos queda todavía As Pontes el finde que viene, y no es plan de hacer una gracia. Y deja de llover. El final de la carrera se hace un poco largo, hay casi tres kilómetros de “falso llano” en el que empiezas a notar que te duele hasta el orto. Pero bueno, nos lo hemos pasado bien. Y entramos los tres juntos, en una foto bastante bonita y que define un poco lo que es este equipo.
En meta, Celia está sonriente, porque ha hecho un gran papel en el Cross consiguiendo hacer podium. Javi también nos ha venido a ver. Poco a poco sigue entrando gente... Mari Carmen que entra emocionada y que luego se enteraría que había ganado su categoría.
Para no quedarnos fríos no vamos a duchar... con agua fría... fieles al espíritu de supervivencia de la carrera. Por lo menos, el masaje es largo. La chica, al verme morados los dedos de los pies me dice que si los he tenido mojados mucho tiempo... no, qué va.
Ya en la plaza, comentamos la jugada con la gran familia que nos hemos juntado. Nico viene a darle collejas a su padre, Carina y Laura a recojer nuestros restos. Manolo aparece con cara de resaca. El moñas de Alfonso dice que nunca va a correr.
Y luego la entrega de premios......
En resumen, un día duro en lo físico y en lo meteorológico, pero excelente en lo importante... en disfrutar con los amigos de estas pequeñas locuras.
Alberto, Fer... correr con vosotros es una gran suerte.
La noticia de la prueba puede verse en: http://www.elmundo.es/elmundodeporte/2007/06/18/masdeporte/1182156161.html
lunes, junio 18, 2007
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