Ayer fue un dia de gloria para los Peñaleros. Se celebró su XX Cuerda Larga. Pocas carreras de montaña en España tienen la solera de las carreras que organiza Peñalara, que a pesar de ser ‘rancios’ y caros en las organizaciones no quita para que siempre nos apuntemos a ‘disfrutar’ de una esplendida sierra madrileña.
La mañana se levantó esplendida, Fer me pasó a buscar por casa y recogimos a la atómica y Angel en Soto. Una vez en Morcuera nos fuimos a por los dorsales mientras llegaba la demás tropa tronadora, Manolin, Carmen, Dani…. La grata sorpresa del dia fue la incorporación al pelotón de sufridores del papa Nadal. Después de las enhorabuenas, abrazos y demás gilipolleces que se dicen previas a una carrera, los de Peñalara nos arrejuntaron tipo ovejas para dar la salida con un ¡Ya! en voz baja a pesar del megáfono que tenia el speaker en la mano.
Sabia que mi estado fisico no pasa por sus mejores momentos pero subiendo a la Najarra ya sentia que de disfrutar poco iba a tener la cosa. Manolo y Dani salen escopetados a toda velocidad y les pierdo con la vista, Fer hace lo mismo –y eso que me aviso que estaba cansado y no iba a subir fuerte-. Total que me pongo detrás de la atómica y aguanto como puedo la subida, jadeando miro para atrás para ver si está el autobús para retirarme y pasar de todo, pero me da vergüenza viendo la cantidad de ‘peña’ que viene por detrás.
Después del primer control de paso, pierdo a Celia que va como una bala bajando. Yo acuso la falta de entrenamiento en montaña y entre que me pesan las piernas y soy torpe no me la juego por las pedreras y me van quitando las pegatinas cuando me pasand otros corredores. De pronto me encuentro con papa Nadal y para mi alegria y consuelo lleva mi ritmo. Total que nos ponemos hablar. Bueno, hablar no. Nos ponemos a llorar durante un buen rato de las alegrias que nos dan los niños y de lo poco que dormimos y tiempo que te quitan, sin dejar de hacer los comentarios tipicos de una carrera de montaña… y qué pañal compras y el chupete es Suavinex Evolution, y…etc. Voy jodido, quien me ha visto y quién me ve. La última vez que hice la cuerda tarde dos horas y media y a este paso me voy a tres. Mucho tiempo….
Total, que Dani empieza a contar las subidas… ¡quedan cuatro subidas! ¡antepenultima subida! Y vamos al trote y entre unas cosas y otras, ¡coño, si estamos en Cabezas! Aun asi se me hace largo y hay zonas en las que Dani se me aleja mas de la cuenta y tengo que apretar los dientes para alcanzarle. Doy gracias públicamente a Fer por aconsejarme que me llevara agua porque con el calor que hizo, si encima no me llevo el bidón, posiblemente ahora estuvierais en el tanatorio contando historias sobre mi y yo de cuerpo presente…
La subida a Bola la hago hasta con una sonrisa, ya está hecho. Y disfruto porque voy al tran-tran. Solo me queda esa ligera pendiente de descenso al puerto. Antes un par de vasitos de agua en el avituallamiento –como se estiran los peñaleros- inmortalizados con una foto haciendo un brindis Nadal-Sanz.
Bajando mas de lo mismo, Nadal se me escapa y yo bajo como un pato, derrapando y voy mal, pero hay otros que van peor y los adelanto (tan malo no sere, voy pensando). Llego a la pista asfaltada y me dejo caer. Aprieto porque veo a uno delante renqueando. A Dani ya no lo veo hasta meta porque según estoy cruzando el paso de cebra en el puerto, lo tengo a más de 100 metros. Total que para que matarse ahora bajando. Entre animos de los curiosos y montañeros voy llegando al refugio. Por segunda vez en toda la carrera miro el reloj. 2h cincuenta y pico. Mejor no pensarlo. Tomo la curva de entrada al refugio y me encuentro a Carina y Nicolas animando sin parar. Y pienso, joder, me da lo mismo que me saquen estos ‘cabrones’ media hora, si tengo esta pedazo afición esperandome en la llegada. Doy un beso a Cari y otro a Nico. Lo alzo en brazos y cruzo la meta.
Yo siempre he pensado que me parecia una tonteria que a los papas les esperaran sus hijos en la meta de las carreras. Reniego de esos pensamientos. Los 100 ultimos metros lo mejor de la carrera. Os confieso que me emocione un pelin.
Celia 2ª en su categoría. Una máquina
Carmen acabo sin despeinarse
Dani quedó entre los 20 primeros
Manolo y Fer acabaron esprintando
Angel entre los 10 primeros
lunes, septiembre 10, 2007
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